Bien, comienza la fase dos. Toni y yo estamos siguiendo a Belén de camino a su casa. Rubén se ha encargado de distraer a Miguel Ángel. La verdad es que quiero mucho a Migue, pero el pobre tiene el don de aparecer en el lugar equivocado en el momento equivocado, y más vale prevenir que curar (¡Ay Dios, hablo como mi abuela!). Ya estamos a pocos metros de su casa. Tenemos que hacerlo ya.
- ¡Espera!- grité en voz baja a Toni cuando iba a ir a por Belén.
Belén se había parado frente a su portal y había dado media vuelta. ¿A dónde irá? La seguimos hacia donde se dirigía. A penas caminamos unas calles y se detuvo frente al escaparate de una joyería (¡qué sorpresa!). Bajo un soportal le digo a Toni que vaya a por ella. En mi mente surge una pregunta: ¿por qué me miran todos los viejo por la calle? No sé, supongo que no estoy hecha para ser espía. Miro hacia donde están los chicos. No debo distraerme (¡Anda, un coche rosa!). Veo como Toni se acerca rápidamente a ella y se chocan tirándola todos los apuntes al suelo.
- Lo siento.- dijo Toni.
Toni se agachó a recoger los apuntes de Belén. En un momento Belén también se agachó a recogerlos y entre los dos no tardaron más que unos escasos segundos en recoger todos los folios. Cuando se levantó Toni lo hizo. Hizo eso que hace que todas caigan en su red. La verdad es que nunca he conseguido averiguar de qué se trata, pero creo que es su mirada, algo así como los ojitos de un niño inocente cuando rompe el cristal de una ventana de un edificio cercano.
- No te había visto.- añadió Toni.
- Oh. No pasa nada.- respondió Belén con una ligera sonrisa que no pudo evitar que se escapara de su boca.
- Me llamo Toni. - dijo sin vacilar un instánte.
- Belén.- respondió entrecortada tendiéndole la mano. Parecía sorprendida, pero en su rostro existía un atisbo de que comenzaría de un momento a otro a sonrojarse.
- Encantado.- dijo Toni.- Espero verte otra vez y… en otra situación.-concluyó con una leve risa.
- Eso espero yo también. Bueno tengo que irme. Adiós.
Era genial. No podía haber salido mejor su primer encuentro. A ella claramente le atraía mi primo y él había cumplido sobradamente con las expectativas que tenía depositadas en él (que si os soy sincera no eran muchas). Todo ha salido a pedir de boca, así que podremos pasar a la tercera y última fase del plan enseguida. Mientras lo preparo todo os dejo que tengo que planearlo todo. Si mañana hay un solo error, se arruinará todo el trabajo realizado en los últimos días, así que hasta luego.
- ¡Espera!- grité en voz baja a Toni cuando iba a ir a por Belén.
Belén se había parado frente a su portal y había dado media vuelta. ¿A dónde irá? La seguimos hacia donde se dirigía. A penas caminamos unas calles y se detuvo frente al escaparate de una joyería (¡qué sorpresa!). Bajo un soportal le digo a Toni que vaya a por ella. En mi mente surge una pregunta: ¿por qué me miran todos los viejo por la calle? No sé, supongo que no estoy hecha para ser espía. Miro hacia donde están los chicos. No debo distraerme (¡Anda, un coche rosa!). Veo como Toni se acerca rápidamente a ella y se chocan tirándola todos los apuntes al suelo.
- Lo siento.- dijo Toni.
Toni se agachó a recoger los apuntes de Belén. En un momento Belén también se agachó a recogerlos y entre los dos no tardaron más que unos escasos segundos en recoger todos los folios. Cuando se levantó Toni lo hizo. Hizo eso que hace que todas caigan en su red. La verdad es que nunca he conseguido averiguar de qué se trata, pero creo que es su mirada, algo así como los ojitos de un niño inocente cuando rompe el cristal de una ventana de un edificio cercano.
- No te había visto.- añadió Toni.
- Oh. No pasa nada.- respondió Belén con una ligera sonrisa que no pudo evitar que se escapara de su boca.
- Me llamo Toni. - dijo sin vacilar un instánte.
- Belén.- respondió entrecortada tendiéndole la mano. Parecía sorprendida, pero en su rostro existía un atisbo de que comenzaría de un momento a otro a sonrojarse.
- Encantado.- dijo Toni.- Espero verte otra vez y… en otra situación.-concluyó con una leve risa.
- Eso espero yo también. Bueno tengo que irme. Adiós.
Era genial. No podía haber salido mejor su primer encuentro. A ella claramente le atraía mi primo y él había cumplido sobradamente con las expectativas que tenía depositadas en él (que si os soy sincera no eran muchas). Todo ha salido a pedir de boca, así que podremos pasar a la tercera y última fase del plan enseguida. Mientras lo preparo todo os dejo que tengo que planearlo todo. Si mañana hay un solo error, se arruinará todo el trabajo realizado en los últimos días, así que hasta luego.
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