Capítulo 10

Hola chicos. Aún recuperándome de la lesión que tengo en la mano voy a hablaros hoy de aquellas clases sociales de las que os hablé hace unos días. Empecemos por lo más sencillo. Hay tres grandes grupos sociales. En lo más alto de la pirámide se encuentran los populares, dentro de los cuales encontramos distintos grados de popularidad. En el medio nos encontramos con los no populares, entre los que se distinguen tantos grupos como líderes natos hay entre sus militantes. Por último, en lo más bajo del escalafón nos encontramos con frikis, empollones y marginados, gente que por su estatus tienden a no relacionarse mucho con los demás. Sobre este tema hay más reglas de las que jamás hayamos podido imaginar, aunque eso sí, ninguna está escrita. Una de ellas es que nunca podrás acceder a una relación ya sea amistosa o amorosa con alguien de una escala distinta a la tuya a la luz de la opinión pública de los estudiantes. Si alguien se entera, automáticamente pasas a una escala inmediatamente inferior a en la que te encontrabas anteriormente. Si eres popular nunca se te verá salir con alguien que no sea popular, ya sea de tu mismo instituto o de otro. En estos casos los grados de popularidad dentro de un mismo rango no importa. Si un popular no cumple con esta norma podrá verse a merced de la voluntad de su rey o reina, o en otras palabras del líder de su grupo de populares (para esto si importa lo popular que seas). Uno de los más claros ejemplos del castigo es Daniela. Por juntarse con quien le caía bien y no con quien querían que la cayese bien dejó de estar oficialmente entre los populares. Carne de cañón para los nuevos ha dejado de ser una estrella para ser una estrellada. Aunque para todo el mundo (incluidos muchos populares) es una especie de heroína por desafiar las normas, para los que entran nuevos que no conocen de su pasado solo es una chica del montón que no merece más atención que cualquier otra. Pero eso va a cambiar, y si no ya lo verán.