Bien, ¿por dónde empezar hoy? La verdad es que no ha sido un día especialmente interesante. Digamos que lo más de renombre del día no ha sido una gran cosa, sino varias pequeñas cosas.
La primera de estas cosas sería que hoy casi se mata un hombre. No, no ha entrado nadie pegando tiros por todo el instituto. Todos sabemos que esas cosas solo pasan en las películas (bueno, también en Estados Unidos, pero ellos son un caso aparte). Más bien la culpa la ha tenido una escalera no muy segura y una torpeza inigualable por parte del de mantenimiento. Bueno, en realidad de uno de ellos, porque ahora han empezado a contratar a más gente y ya son tres (y éste era el nuevo). El caso es, que bajar un piso de cabeza no es la mejor forma de aterrizar sobre el cemento, así que nada, mucha sangre que limpiar en uno de los patios y una ambulancia ha conseguido que pierda toda una hora de química. Afortunadamente no ha sido nada grave y en una semana saldrá del hospital (aunque no creo que le apetezca volver a subirse a una escalera en mucho tiempo).
La segunda cosa del día reseñable ha sido una peleita sin importancia que he tenido con Lisa. ¿Os acordáis de ella? ¿Esa chica queme ayudó con lo de Ángel? Esa. Ha venido hoy a mi instituto para hacerme una pequeña visita, o lo que es lo mismo, que se había fumado un par de clases y se aburría fuera. La cosa no ha sido de gran importancia, pero como las dos tenemos un carácter… dejémoslo en fuerte, pues como que hemos llamado ligeramente la atención de los demás con un algún que otro grito.
Esa es la tercera y última cosa digna de mención de éste día. Rápidamente se acercó mucha gente para ver la pelea (y si nos llegábamos a pegar). Sí, somos unos morbosos, pero en mi instituto somos así. Que alguien se abre la cabeza, ¿para qué dejar espacio libre alrededor de él para los médicos del SAMUR pudiendo verlo en primera fila y grabarlo con el móvil para colgarlo más tarde en el Youtube? Pues eso, que vino mucha gente y, cómo no, en primera fila estaban las Nancys con menos neuronas del mercado. Como era de esperar empezó una batalla entre los dos bandos (verbal, por supuesto) que parecía sacada de una película adolescente americana tipo “Chicas malas”. Ahí fue donde me fijé en un detalle: Belén no estaba allí. Vale que con todo el lío de los últimos meses había perdido algo de popularidad, pero hace falto algo más que eso para que la Barbie (la reina de las muñecas) deje de liderar a las Nancys. No la volví a ver durante el resto del día, pero juraría que yo la había visto entrar a primera hora. No sé, puede que sean imaginaciones mías. Supongo que con lo dormida que voy al instituto la confundiría con otra rubia tonta.
En fin que yo os dejo hasta mañana que me estoy alargando más que de costumbre. Lo dicho, hasta mañana.
La primera de estas cosas sería que hoy casi se mata un hombre. No, no ha entrado nadie pegando tiros por todo el instituto. Todos sabemos que esas cosas solo pasan en las películas (bueno, también en Estados Unidos, pero ellos son un caso aparte). Más bien la culpa la ha tenido una escalera no muy segura y una torpeza inigualable por parte del de mantenimiento. Bueno, en realidad de uno de ellos, porque ahora han empezado a contratar a más gente y ya son tres (y éste era el nuevo). El caso es, que bajar un piso de cabeza no es la mejor forma de aterrizar sobre el cemento, así que nada, mucha sangre que limpiar en uno de los patios y una ambulancia ha conseguido que pierda toda una hora de química. Afortunadamente no ha sido nada grave y en una semana saldrá del hospital (aunque no creo que le apetezca volver a subirse a una escalera en mucho tiempo).
La segunda cosa del día reseñable ha sido una peleita sin importancia que he tenido con Lisa. ¿Os acordáis de ella? ¿Esa chica queme ayudó con lo de Ángel? Esa. Ha venido hoy a mi instituto para hacerme una pequeña visita, o lo que es lo mismo, que se había fumado un par de clases y se aburría fuera. La cosa no ha sido de gran importancia, pero como las dos tenemos un carácter… dejémoslo en fuerte, pues como que hemos llamado ligeramente la atención de los demás con un algún que otro grito.
Esa es la tercera y última cosa digna de mención de éste día. Rápidamente se acercó mucha gente para ver la pelea (y si nos llegábamos a pegar). Sí, somos unos morbosos, pero en mi instituto somos así. Que alguien se abre la cabeza, ¿para qué dejar espacio libre alrededor de él para los médicos del SAMUR pudiendo verlo en primera fila y grabarlo con el móvil para colgarlo más tarde en el Youtube? Pues eso, que vino mucha gente y, cómo no, en primera fila estaban las Nancys con menos neuronas del mercado. Como era de esperar empezó una batalla entre los dos bandos (verbal, por supuesto) que parecía sacada de una película adolescente americana tipo “Chicas malas”. Ahí fue donde me fijé en un detalle: Belén no estaba allí. Vale que con todo el lío de los últimos meses había perdido algo de popularidad, pero hace falto algo más que eso para que la Barbie (la reina de las muñecas) deje de liderar a las Nancys. No la volví a ver durante el resto del día, pero juraría que yo la había visto entrar a primera hora. No sé, puede que sean imaginaciones mías. Supongo que con lo dormida que voy al instituto la confundiría con otra rubia tonta.
En fin que yo os dejo hasta mañana que me estoy alargando más que de costumbre. Lo dicho, hasta mañana.
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