viernes, 17 de julio de 2009

Capítulo 35

Bueno, bueno. Qué fuerte, qué fuerte. ¡Qué fuerte! Estoy es muy fuerte. Vale, parezco una analfabeta poligonera, pero lo que ha pasado es muy fuerte. Perdón. Ha sido increíble. Al principio pensé que se trataba una broma de Sara, pero parece que no. Al parecer, Paula se había enrollado con Mario. Hasta aquí todo normal. El problema vino cuando les entró el calentón en medio del instituto y se fueron a “refrescarse” al baño. Como el nuestro estaba cerrado, se fueron al baño de los de primero de secundaria. Ahí pasó todo. Se morrean, entran en una cabina, cierran la puerta, empiezan a “refrescarse” y… entra un niño pequeño, oye ruidos y se asoma a ver que pasa desde la cabina de al lado subido al retrete. El niño, como cualquier otro chico, estaba salido (que se le va a hacer si es su naturaleza) y fue a contárselo a sus amigos. Un profesor pasaba por allí y al ver una masa enorme de chavales entrando en el baño de chicos a la vez fue a ver que ocurría en aquel lugar. Ya os imagináis el resto. El profesor se indigna y les saca arrastras de allí. Intentan salir rápidamente para ir al despacho del director y mientras espantar a toda esa manada de hormonas con patas que había en el baño, pero Paula y Mario salen corriendo y se escapan. ¡Vaya líos!

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