viernes, 10 de julio de 2009

Capítulo 30

Salí corriendo de allí. ¿Cómo pude hacer eso? Aún sigo con esa pregunta correteando por mi cabeza. Lo peor de todo es que he quedado como una imbécil delante de Miguel Ángel y como una loca delante de Rubén. Esto tiene acabar de una vez por todas. Yo no puedo seguir así.

Hoy es viernes y no pienso quedarme todo el fin de semana pensando en qué tengo que hacer o qué tendría que haber hecho. Así que he hecho lo que tenía que haber hecho desde el principio: dejar las cosas claras.

Tras varios intentos he conseguido hablar con Miguel Ángel y dejarle claro que yo no estoy con Rubén y no me interesa, que a mí lo que me apetecía era quedar con él para ir al cine. A Rubén, ya os podéis imaginar lo que le dije. No te quiero, eres un chico muy mono y muy simpático, pero no creo que debamos estropear esta bonita relación que tenemos de amistad. Después de eso solté “la frase”: es mejor que seamos solo amigos.

Con todo arreglado, ¿a quién le apetece venirse al cine?

No hay comentarios:

Publicar un comentario