viernes, 28 de agosto de 2009

Capítulo 65

La que se ha armado es buena. Aún tengo el miedo metido en el cuerpo. No termino de relajarme. Os cuento la versión resumida porque en el fondo el horóscopo os contó todo.

Ayer cuando estábamos Miguel Ángel y yo en clase sonó la megafonía. Nos llamaron a los dos al despacho del director.

- ¡Lo sabe!- pensé.

Ángel intentó relajarme antes de entrar allí. Por si pasaba algo teníamos paneada una cosa. Él le entretendría un pequeño momento y yo me encargaría de encender la megafonía. Si pasaba algo en aquel despacho lo sabría todo el instituto, y si nos pasaba algo a alguno de los dos vendrían a ayudarnos. No había nada que temer.

Entramos al despacho sin ni siquiera llamar antes. Hicimos lo que teníamos pensado. Él se dirigió hacia la ventana de su despacho y cuando se levantó para que se sentase yo apreté el botón que hay al pie del micrófono que tiene colocado en su mesa. Nos preguntó por qué no habíamos confesado si sabíamos que tenían grabado el momento. Empecé a gritarle por qué había matado a aquel tipo. Nos miraba con absoluta confusión. Parecía no saber nada, pero yo estaba muy alterada. Intentaron calmarme durante unos minutos hasta que lo consiguieron. Al parecer no sabía de nadie que hubiera matado. Total, ¿qué iba a decir? Tras un rato hablando nos contó que no hay nadie enterrado en el patio. Por lo visto, antes de reabrirse el instituto hace veinte años (estuvo cerrado un curso por reformas) el centro tenía una mascota. Se trataba de un pequeño san bernardo (ya sé que lo de pequeño no pega mucho con la descripción, pero por lo visto era el más pequeño de la camada de la que le cogieron) que murió cuando se fue a reformar el centro. Tenía ya doce años y prácticamente desde que nació había estado en el instituto, así que decidieron enterrarlo en lo que antes era el jardín. Ahora ha coincidido con que lo han tapado y han construido sobre él un patio de baloncesto y por eso ya nadie se acordaba de aquello.

El alivio fue instantáneo, pero aún así estaba en alerta constante. Empezó a preguntarnos sobre las máquinas y le contamos lo que pasó. Al ver el video de nuevo comprobó que ninguno golpeamos ninguna máquina. Debían de habérselo inventado los de la obra para que el colegio pagara una máquina más.

Como podéis ver no había nada de lo que preocuparse. Ya lo sabía, no os penséis lo contrario, lo que pasa es que os veía tan asustados que me preocupasteis un poco, pero nada más. El horóscopo finalmente se cumplió a rajatabla. Sabemos algo que nadie sabía, hemos resuelto un misterio y ninguno de los dos olvidaremos lo que ha pasado en lo que nos queda de vida. A eso se refería la predicción con lo de ser el blanco de las miradas. Cuando salimos del despacho del director estaba medio instituto ahí mirándonos. ¡Nos habíamos dejado la megafonía encendida! ¡Qué vergüenza! Aún la gente se ríe de mis paranoias y de cómo gritaba en el despacho. Ya me hubiera gustado verles a ellos en la misma situación.

Bueno, ahora que he resuelto el misterio del asesinato del instituto creo que me merezco unas vacaciones. Esto quiere decir que la semana que viene… ¡Valencia! ¡Qué ganas! El lunes si puedo os informaré desde la playa. Adeo hasta la platja.

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