viernes, 21 de agosto de 2009

Capítulo 60

Viernes al fin. Aunque no parece que haya muchas ganas de fiesta, la verdad. En un abrir y cerrar de ojos ha comenzado a llover de una forma inusual en esta época del año, aunque como suelen decir las viejas, “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”, que no me preguntéis lo que es porque no tengo ni idea. -Vaya tontería que me ha dado con los refranes, ¿no?-.

Bueno os cuento. Como podéis imaginar lo de recoger los escombros como que no. ¿Con esta lluvia y cobrando por horas? Suerte tendremos si conseguimos tener despejado el patio para el 2016. Eso sí, hoy hemos tenido visita de la televisión. Los de los informativos han venido para cubrir la noticia del derrumbe de un instituto de la ciudad. Me he fijado y nunca sale mi colegio en la televisión o cualquier otro medio de comunicación para nada bueno. ¿No os lo dije? Salimos en una revista por lo de la huelga. Algún idiota hizo fotos con el móvil y las vendió a la revista. Al menos no se me veía en ellas que sino se me caía el pelo. O me lo arrancaban, eso todavía está por ver.

En otro orden de cosas, he hablado con Ángel de lo ocurrido. Me ha perdonado (menos mal), algo que yo no sé si hubiera podido hacer. Supongo que ha llegado el momento de contároslo. Cuando fue a besarme los nervios me jugaron una mala pasada y cuando se acercó un poco yo… le vomité encima. Doy asco, lo sé, no hace falta que me lo digáis. El caso es que de momento vamos a darnos un tiempo para olvidar lo ocurrido. Puede que sea una señal de que no debemos estar juntos. No estoy segura y espero que no sea así, pero por si acaso vamos a quedar como amigos un tiempo a ver que pasa.

Aquí viene lo más gordo de lo que ha pasado hoy, esta semana y en lo que llevamos de curso. Lo que ha pasado es… CONTINUARÁ. ¡Qué no mujer! ¡Es broma! Ay, no. Espera. Tengo que irme. Ya os lo cuento el lunes, pero os juro que merecerá la pena. Es algo muy fuerte. Hasta entonces.

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