lunes, 14 de septiembre de 2009

Capitulo 71

Ya estoy de nuevo en la ciudad. Hogar dulce hogar. Ahora toca prepararnos para los exámenes. Hoy, siguiendo la racha de la última semana, me toca contaros lo que pasó hace ya varios días, concretamente el viernes noche.


Si mal no recuerdo, lo último que supisteis de mí fue que estaba frente al ordenador dispuesta a afrontar la última noche en Valencia cuando encontré una nota en la que decía que esperara a alguien a las dos en su habitación. Tenía el dibujo de dos alas como firma. No sé por qué pero logró arrancarme una gran sonrisa aquella nota. No sabía de quien se trataba con total certeza pero algo me intuía. Sobre todo porque quien la escribiera se olvidó de decirme cual era su habitación.


A las dos salí de mi habitación. Para mi “sorpresa” no había nadie en ella cuando me desperté. Un gran jaleo se oía por todo el pasillo. No quería ni imaginarme que estarían haciendo en algunas habitaciones. Fui recorriendo todo el pasillo hasta que una puerta se abrió a mi paso. Era él. Me cogió de la mano y me llevó dentro. Podéis imaginar el resto, porque yo no os lo voy a contar. Os daré una pista: no jugamos al parchís.


Un magnífico colofón a una semana fantástica. Por desgracia, todo lo bueno tiene un final y esto no iba a ser una excepción. Mañana os contaré la vuelta, que tiene tela. Hala, hasta mañana.

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