domingo, 20 de septiembre de 2009

Capítulo 80 - Último capítulo

Buenas. Hoy puede que sea el último día que escriba así que empiezo rápido que hoy va a ser un día genial. Acabamos el curso y nos vamos de fiesta. Todo va a salir perfecto.


Son las once y media y acabo de llegar al instituto. Noto el miedo en las caras. Y no es para menos. Acaban de darnos un aviso para que vayamos al salón de actos a la entrega de notas. No sé a cuento de qué viene esta tontería de darnos las notas en el salón de actos en lugar de hacerlo en clase como siempre, pero bueno.


Acabo de salir de la entrega de notas. Ha estado chulo para lo que suele hacerse en este lugar. Nos han dado las notas junto a los de cuarto de la E.S.O. Les han hecho una entrega de notas divertida. Resulta que han puesto una película con fotos y videos de cuando entraron al colegio de pequeños y de cómo han ido cambiando con los años. De fondo ponían la música de Presuntos implicados, la de Cómo hemos cambiado. Luego han empezado a poner videos de cuando eran un poco más mayores y lo mezclaban con fotografías y videos de series de televisión y juguetes de la época mientras sonaba la canción de La oreja de Van Gogh de cómo dijo aquel genio esta vida es un sueño, un sueño oh uh oh oh. Bueno, sabréis a cual me refiero.


Nos hemos ido todos los del curso a un restaurante inspirado en películas de Hollywood. No diré el nombre para no hacer más publicidad que hoy llevo ya unos cuantos nombres. Tuvimos que reservar porque sino no cabíamos todos ni de coña, pero ha merecido la pena. Me lo he pasado muy bien charlando aquí con gente que hacía años que no coincidía. Incluso se ha venido nuestro profesor de educación física. Muy majo el tío, además de buenorro. Pero ese es otro tema. Además, a mí me da igual porque yo tengo a uno mejor.


Acabada la comida y reposado todo bien nos fuimos a dar una vuelta y después… ¡fiesta! Hemos venido todos a una discoteca grandísima que hay en el centro. Tiene nueve plantas, no os digo más. La acaban de estrenar y está mejor de lo que pensaba. Encima los tíos están buenísimos. Solo puedo estar mejor acompañada que con estos chulazos con una persona: Angelito. Muac. Esto, aunque no lo podáis ver, es lo que se llama un buen morreo. Ja.


- ¡Ahh!


No sé que pasa pero acabo de oír un grito. La música está demasiado alta para saber de donde ha venido.


- ¡No lo hagas!


Otra vez he oído un grito. Esto no puede ser una coincidencia. Sé que hay gente que habla a voces, pero esto es distinto. Creo que venía de la derecha, cerca de los baños.


- No lo hagas, por favor. - dijo Miguel Ángel

- Dime que me quieres. - contestó Belén.- Solo necesito eso. Por favor dímelo.

- Deja el cuchillo, por favor.

- Dímelo. Dime que me quieres a mí y no a esa guarra.- dijo Belén mientras comenzaba a llorar.- Por favor, dime que no a quieres. Que no me has olvidado.

- No.

- ¡Dímelo!


No podía creer lo que estaba viendo. Era Belén la que gritaba. Tenía un cuchillo. Amenazaba con degollarse. No entendía lo que ocurría. Solo la veía gritar junto a Ángel.


- ¡No! - respondió Miguel Ángel. - A ver si te entra en la cabeza. ¡No te quiero! ¡Ni te querré!


La cara de Belén cambió completamente. No entendía por qué había dicho Ángel esas palabras, pero no le debieron de gustar mucho. De la más absoluta desesperación pasó a la ira. Y de la ira pasó al descanso.


-¡NO! - gritamos a la vez.


Solo le miró una vez, solo una antes de hacerlo. Su mano se acercó al cuello y el cuchillo comenzó a deslizarse sobre una vena marcada por un esfuerzo muscular hecho a propósito. La sangre salía con fuerza. Un instante después sus fuerzas se consumían. Las piernas no aguantaban su peso. Se caía lentamente. En medio de una muchedumbre horrorizada ante lo que estaba pasando una chica perdía la vida frente a la persona que más había querido o, quizá simplemente a la única que había querido.


***


Nunca sabremos si realmente le quería o solamente era un capricho momentáneo, pero todos sabemos que hay veces en las que una persona se hunde ante los problemas de la vida. Y es que, como bien decían los sabios, lo más difícil de la vida es estar en ella. Hoy, una semana después, estamos todos sus conocidos y amigos en el cementerio para enterrarla y dejar atrás aquellas malas noticias, aquellos malos momentos que se quedaron con el curso.


- ¿Estás bien? -le pregunté a Ángel.

- Si, no es nada. -contestó con los ojos a punto de romper a llorar.

- ¿Sabes? Creo que a pesar de todo, esto puede servirnos para bien.

- ¿Qué quieres decir? -me preguntó.

- Que empieza el verano. Que tenemos que disfrutar del buen tiempo, de las vacaciones y, sobre todo, de nosotros. No dejemos que nos ocurra lo mismo que a ella. Junto aguantaremos todo.


Él esbozó una pequeña sonrisa entre un par de lágrimas que bajaron hasta su boca deslizándose por su mejilla. Con la palma de mi mano apoyada en su cuello le quité las lágrimas con el pulgar. Después le besé.


Ahora solo podemos irnos y recordarla con sus cosas buenas. Seguro que tenía alguna. Por nuestra parte debemos disfrutar nuestras vacaciones. Por la suya, sabe que junto a ella, siempre, al igual que su nombre en su lápida, estará acompañada por alguien. Por dos pequeñas alas que la guiarán hasta el cielo.

Capítulo 79

Hola a todos un día más. Solo un día, un insignificante día. Es lo que me queda para acabar por fin el curso. Estoy ansiosa. Hasta he puesto en el móvil una cuenta atrás, no os digo más. Además estos días van a ser algo diferentes. Sobre todo porque hoy no escribo el resumen de lo que ha sido el día, sino de lo que es el día. Me explico. Ayer me compré el iPhone (bueno en realidad me lo compraron), y estoy escribiendo cada dos minutos lo que va pasando. Así que comienza el día.


Estoy llegando al instituto. Llego una hora tarde, pero supongo que a estas alturas del curso eso da igual. Con la tontería del nuevo cacharrito se me olvidó poner el despertador y mira lo que ha pasado. Bueno tampoco me he perdido gran cosa por lo visto. Aún hay gente que está por llegar, unos siete si no me olvido de nadie. Como veis no soy la única a quien le da igual los horarios cuando llegan las vacaciones. Lo malo de esto es que ya no vamos a dar clase, pero no podemos salir ni hacer nada. ¿Para que venimos entonces? Todos los años la misma pregunta y, todos los años, a misma respuesta: porque es nuestra obligación. Que le vamos a hacer si el riego no le funciona bien a los que mandan (y esta vez me refiero solo a los de mi instituto, no os imaginéis nada raro) hay que aguantarse. La espera será larga. Quedan cinco clases por delante y la lista con los nombres de lo que han suspendido no la pondrán hasta las dos. Para ello quedan más de cuatro horas.


Han pasado dos horas y comienzan a llegar los que faltaban, pero todavía queda alguien por venir, no sé quien. Estoy un poco espesa hoy, pero mientras pueda seguir así unos meses más no será mala noticia. La inquietud empieza a ser palpable. Vamos, que estamos como flanes. Es que nos han dicho que no va a haber exámenes de recuperación de junio más que los que ha habido. No sé los demás, pero como me quede la historia para septiembre me da algo. Lo digo en serio, ¡son cuatrocientas páginas! Prefiero no pensarlo porque me pongo mala.


Ya casi es la una y por fin estamos todos. Como no, tenía que ser Belén la que no había venido. Si hubiera estado como todos pronto nos hubieran dado la lista antes. Ahora habrá que esperar. Encima ya va de víctima. Su aparición estelar ha comenzado y su actuación no podía empezar de otra manera más que con un gran drama. Las lágrimas recorriendo su rostro ya parece más una costumbre que un hecho puntual (parece que imita a Estela Reynolds, la de La que se avecina). La única diferencia con el resto de las veces que ha repetido lo mismo es que esta vez tiene el rimel corrido. Pobrecilla, se le ha olvidado ponerse el resistente al agua. Si es que no la hemos dado tiempo a ensayar a la pobrecilla. Ains.


Creo que la he cagado. Acabo de enterarme de por qué ha entrado llorando Belén y parece que esta vez si era algo serio. No se trataba de que alguien hubiera llevado el mismo modelito que ella esta vez. Sus padres se divorcian y ella se muda a Barcelona con su padre. Ahora me siento mal. Soy una bocazas.


Por fin la lista de los horrores ha sido colgada en el tablón. Las cabezas se amontonan frente a la hoja. Comienzan a escucharse las primeras risas y los primeros llantos del día.

- No serán los últimos.-pensé.


Busco mi nombre en la lista. Resultados… ¡PROMOCIONA! Todo aprobado. Soy una máquina. Y encima estoy buenísima. Vale, puede que se me haya subido un poco a la cabeza, pero es que este es mi momento. A saber cuando volveré a ver un resultado como ese.


Pues ya ha acabado la dura jornada de trabajo. Mañana habrá que venir para que nos den las notas. Para los que tengan alguna suspensa (la mayoría) será una larga espera. Junto a las notas les pondrá si les han quedado cosas que recuperar o si va a tener que repetir (suelen ponerlo cuando tienes más de seis para septiembre, aunque se han dado casos en los que han aprobado las suficientes como para pasar, el más sorprendente con nueve) seguramente. Por desgracia Dani y Cris están en esta situación. Esto significa que aparte de tener que estar preparando la fiesta con los demás, tendré que estar aguantando los nervios de las dos. Veremos que ocurre, por que yo he quedado para celebrarlo ya con Miguel Ángel. Y hablando de eso me tengo que ir ya que sino llegaré tarde a la comida… y al postre. Hasta mañana.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Nota 12

Capítulo 78

¡Buah! ¡Lo que tengo que contaros hoy! ¡Vais a flipar más que un peta! El día ya supondréis que me ha ido bien. Y no es para menos. Os comento.


Los exámenes ya los he acabado y puedo respirar tranquila. Al menos hasta mañana, que es cuando nos dicen las notas de los exámenes. Si suspendes ya sabes que te quedará esa para junio. De momento tengo unas horas antes de volver a comerme el coco y las uñas, que ya casi no tengo (y eso que no me las muerdo demasiado).


Lo mejor del día no ha sido el fin de los exámenes, que también ha sido una gran noticia, sino la sorpresa que me iba a dar Miguel Ángel. ¿Os acordáis que os lo comenté ayer? Pues ha sido algo... de película. Nunca me lo hubiera imaginado, os lo juro. Me dejó una nota antes de la primera clase (que por cierto fue un examen) diciéndome que fuese al comedor a las once y diez. Nuestro recreo empieza a las once en punto, así que no sabía por qué había que esperar hasta y diez, pero hice lo que me dijo. Después del segundo examen, a tercera hora, fui al baño a ponerme un poco mona por si debía estar preparada para él y bajé a y diez al comedor. El comedor está en la planta baja del pabellón de primaria, y nuestras clases están en un quinto piso del pabellón de su derecha, así que casi no llego a tiempo, pero lo hice.


Cuando llegué fue algo mágico. Estaba él solo frente a una vela. No sabía muy bien que pretendía hacer con eso. Todas las luces estaban apagadas. Solo podía verle la cara gracias a la luz de la vela. No tenía un aire romántico, más bien siniestro. Pensé que iba a pedirme que nos suicidásemos juntos a lo Romeo y Julieta o algo así. Sonrió. Me acerqué extrañada. Empezó a decirme que sentía tener que llevar lo nuestro en secreto (es guapo y popular, imaginad lo que serían capaz de hacer algunas rubias locas por fastidiar y llevarse al guapo de turno) y que no haría falta que lo hiciéramos más. De repente se encendieron las luces. Todos nuestros conocidos estaban ahí. Solamente dijo una cosa: te quiero. Tras ese pequeño grito me agarró y me besó. La gente empezó a silbar y de todo. Suena raro, lo sé, pero ha sido muy bonito, no sé explicar mejor ese momento. Simplemente… mágico

.

A la salida todo el mundo estaba haciéndome gracias tontas. Pensé que sería peor, pero me encanta esta situación. Por una vez, no me ha importado siquiera el cruzarme con Belén por la calle. Aunque creo que ella no me vio a mí. Estaba otra vez frente a esa joyería en la que me la suelo encontrar. No sé que tendrá que mirar ahí con tantas ganas. Será que su ego le impide imaginar otro lugar para esas joyas que su cuerpo. Pero mejor dejo de hablar de ella que hoy nada me va a estropear el día. Esto es genial. Si tuviera que escoger una canción para describir mis sentimientos sería “Barbie girl”, a pesar de la letra. Con esto me despido hasta mañana. Ciao.

Capítulo 77

¿Qué tal todos? Espero que bien, por que lo que es yo… Creo que no he estado más estresada en toda mi vida. Ayer tuve cuatro exámenes. Matemáticas, literatura, economía y el teórico de educación física. Salvo éste último los demás eran changos, muy chungos.


El día ha sido como suele ser en estos casos. Todo el mundo nervioso preparándose las chuletas, algunos siendo pillados y, obviamente, suspendidos. Después de los exámenes todos preguntándonos que hemos puesto y diciéndonos a nosotros mismos que hemos suspendido y que nos veremos en septiembre de nuevo en esas frías mesas separadas en las que te olvidaste de borrar un “consejo” para el examen. Que no es mi caso, todo dicho sea de paso.


Hoy, al igual que ayer, he tenido otros cuatro exámenes: economía, informática, historia y el dichoso inglés. Para mi que el que peor me ha salido es el de inglés, claro que el de historia también se las traía. El inglés con aprobarla me vale, porque siempre se me ha dado muy mal, pero el de historia necesito por lo menos un siete para tener una media de seis en el curso. No sé si lo conseguiré, pero tampoco es que pudiera hacer mucho en un examen después de lo mal que me salieron el resto de exámenes de historia que he hecho a lo largo del curso. En fin que no sé como saldrá la cosa.


Mañana me esperan los de religión (que es el que menos me preocupa porque no hace media, aunque sea necesario aprobarla), ciencias del mundo contemporáneo, filosofía y ciudadanía, así que ya tengo la tarde ocupada.


Pero como no todo en estos días va a ser malo, Ángel me ha dicho que me tiene preparada una sorpresita. Me la dará mañana en el recreo. No puedo imaginarme que será. Si hubiera sido a la salida podría ser que tiene la casa para él solo o que va a llevarme a algún lado, pero siendo en el instituto no sé de qué se puede tratar. ¿Qué será?

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Capítulo 76

¡NO! ¡OTRA VEZ NO! No quiero ir al instituto. ¿Por qué tengo que ir? Sí, escribo esto antes de ir a clase. No es muy normal que lo haga antes y no después de ir a clase, pero hoy lo hago así. Y todo por culpa de unos asquerosos papeles llenos de preguntas. Todo preguntas y más preguntas. ¡Que se compren una enciclopedia joder!


Disculpad mi mal humor, pero es que estoy muy nerviosa por los exámenes. Os resumo un poco el fin de semana y me voy que a este paso llego tarde.


El viernes estuve toda la tarde estudiando. El sábado me levanté y estudié. Por la tarde estudié. Por la noche estudié y sobre las dos de la mañana me conecté al Tuenti. Nunca pensé que hubiera tanta gente conectada a esas horas. Así que me pasé más de una hora en el chat nuevo del Tuenti hasta que me quedé dormida. Sobre las cuatro me desperté y me volví a la cama. Luego el domingo cuando me levanté me enteré de lo que había pasado para que me despertara. Se había estrellado un coche contra un contenedor de obra. Tuvieron que venir los bomberos a sacarle del coche por como había quedado atrapado. Con razón soñé toda la noche con las sirenas de las ambulancias. El resto del día fue igual que el anterior, salvo por lo del chat, que no me pude conectar porque tenía que dormir para levantarme pronto hoy y estudiar.


Así que como veis estado muy ocupada. Encima me ha llamado Paula. Está destrozada porque al final rompió con Fran. Lo que la faltaba para aprobar. Y hablando de aprobar, si me quedo más llegaré tarde. Deseadme suerte.

Capítulo 75

Viernes ya. ¡Qué ganas! Y que decepción no poder salir. Es lo malo de ser estudiante, que hay exámenes. Todos los exámenes en tres asquerosos días. ¡Es inhumano! Son demasiadas hojas que memorizar en un fin de semana. Si por lo menos estuviera aquí Ángel para ayudarme a estudiar… no estudiaría, lo sé.


Como un buen fin de semana ha de tener un cotilleo del que hablar en estos dos días en los que esperamos a tener más, éste que comienza también lo tiene. Todavía son solo rumores, pero se dice por ahí (obviamente no os voy a decir que ha sido Lucía quien me lo ha dicho. ¡Que no soy tonta!) que Fran y Paula han roto. Bueno en realidad aún no han roto, pero se comenta que lo harán en breve. La verdad es que si fuera verdad sería una pena porque dan mucho juego. No es que sea mala ni interesada, pero su relación es interesante, y para mí eso es importante.


He intentado hablar con Fran, pero no ha querido hablar conmigo. Estaba enfadado, como si hubiera discutido con alguien. Todo el día se lo ha pasado refunfuñando y maldiciéndonos a todos en voz baja. También intenté hablar con Paula, pero no ha venido a clase y no me coge el móvil. Le he enviado un par de mensajes, pero solo me ha contestado diciendo que está mala. ¡Esto huele a ruptura!


Esto es todo por hoy. Así de cotilla soy y así te lo he contado. Hasta el lunes.